El pasado
viernes 14 de setiembre estuve en un local emblemático de Valencia, Bibliocafé, y su gerente José Luis Rodríguez, me acogió para
presentar Rongorongo en ese ambiente
cálido que lo caracteriza. Es un sitio donde fácilmente todo el mundo se relaja
y se predispone de manera positiva, por lo que la presentación se convirtió
rápidamente en algo realmente agradable y ameno, algo en lo que ayudó también el
entusiasmo de todos los asistentes. Estaba deseando llegar a Valencia y
encontrarme con un buen número de amigos que habían prometido venir, sobre todo
la profesora valenciana María Contel
Comenge, a quien sólo conocía a través de algunas conversaciones en la red
social, pero que fue una de mis primeras lectoras (creo que la primera en
Valencia), y en quien descubrí una gran persona. Por eso fue a ella a quien le
pregunté (no sin antes preguntarle si le había gustado el libro, por supuesto,
jeje) si podía acompañarme en la presentación, lo que aceptó encantada.
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Vista general del Bibliocafé de Valencia |
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José Luis Rodríguez presentándonos |
Comenzó José Luis Rodríguez presentándonos a María
y a mí, y luego María comentó algunas cosas sobre mí y sobre el libro, como
introducción a la que más tarde profundizamos en una conversación tipo
entrevista. Luego, como suelo hacer cuando hablo de la Isla de Pascua, pasamos
un pequeño vídeo con un fragmento del himno rapanui, el I’He A Hotu Matu'a, detalle que quizá para nosotros en España carezca
de significado, pero que es relevante para los habitantes de la isla. Por eso,
en señal de respeto, acostumbro a abrir los actos con un minuto de esta hermosa
música, para acto seguido pasar a explicar algo sobre la escritura rongorongo, los
problemas para conocer su origen, datación, posibles significados y las
investigaciones en curso, con la ayuda de una presentación Power Point. A veces es difícil hablar
tanto de las tablillas
rongorongo, para llegar a la
conclusión de que por mucho que disertemos, poco hay para decir en concreto
sobre estos temas de los que tanto se ha especulado. Un verdadero enigma de
improbable solución, que me llevó a elegirlo como telón de fondo para
Rongorongo. Tras
ello, pasamos el Booktrailer (un trabajo sencillo pero que define la
esencia del libro) y entramos de lleno con María a hablar de los entresijos de
la novela, a modo de preguntas (que formulaba ella) y respuestas, y que resultó
divertido e interesante y abrió paso a que más tarde algunos asistentes se
atrevieran también a preguntar e indagar más sobre la historia en sí, la trama
y los personajes, a lo que encantada intenté responder de la manera más clara
posible.
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Con Maria Contel, en sesión fotográfica antes de empezar |
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Con María Contel en plena presentación |
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Fran Recio con una amiga |
Es la
tercera vez que presento el libro (las dos primeras fueron en Barcelona), y de
momento no se me ha agotado la capacidad de emoción que me alberga. Supongo que
esto se debe a que cada vez es diferente, aunque todas tienen en común lo más
importante: el compartir. Me gustaría comentar que María Contel, una de esas personas a las que tanto me apetecía
conocer y que me sorprendió gratamente con su simpatía y amabilidad, y con la
estupenda presentación que hizo de Rongorongo, participó en un trabajo
literario de fines solidarios, un compendio de poesías y relatos cortos,
coordinado por Alfonso Romón, en el que participan 130 escritores, poetas,
pintores y fotógrafos, y cuyos beneficios de las ventas se destinarán a la Casa
de la Caridad de Valencia. El nombre de la obra es El camino del corazón solidario, de la editorial Bohodon, y estará
disponible en Bubok a partir del 22 de setiembre. Y cada vez, en cada lugar, y
en cada ciudad, me encuentro con personas a las que deseaba ver o conocer, y
que contribuyen con su interés, con sus preguntas y sus dudas manifestadas en
público, el interés que les despierta Rongorongo y la cultura rapanui en
general. Destaco en este sentido a Fran Recio, que me sorprendió con su asistencia (vive en Barcelona)
y con su interesante pregunta al final de la exposición.
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Con Fran Recio |
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Con David Dorado Cuevas |
En esta
entrañable velada, en la que éramos unos pocos pero bien avenidos, he tenido el
enorme placer de conocer a algunas personas, entre las que destacaría (pecando
con toda probabilidad de olvidadiza con muchos, que espero no se ofendan, mi
colega en la revista digital Al Otro
Lado, donde colaboro como redactora desde este setiembre (con un artículo
sobre las cuevas de Isla de Pascua), David
Dorado Cuevas (subdirector de Al otro Lado y colaborador en el
programa radiofónico La Rueda del
Misterio). También podría mencionar a Pepe
Muñoz, fiel oyente de los podcast en iVoox de programas donde participo
asiduamente, medio a través del cual nos conocimos, y Ricardo Llopesa (editor de Editorial
Estudios Modernistas). También estuvo José
Bautista (Culturarte) con Pilar, Amparo Comenge, Cuca Ferrús y Miguel, Fernando Rincón (un incipiente pero muy
talentoso pianista). En definitiva, he recibido mucho cariño y
ánimo ayer, de amigos que con su inestimable colaboración, su apoyo y su fuerza que con su compañía en este, el tercer
acto de presentación de mi trabajo, han estado de una manera u otra a mi lado
en el proceso de gestación y lanzamiento de Rongorongo.
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Ricardo Llopesa, Maria Contel y Amparo Comenge |
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Firmando el libro a Pilar |
Y ya para acabar, el acto terminó con la
acostumbrada firma y dedicatoria de ejemplares, durante la cual además de las
caras conocidas, me sorprendí con personas que habían seguido la trayectoria de
Rongorongo, personas que no conocía
y que se acercaron a la presentación para saber algo más del mismo y
llevárselo, en algunos casos. Muchísimas gracias a todos, y espero sinceramente
que haya sido una grata experiencia para vosotros, al igual que lo ha sido para
mí. Yo creo que más que una simple presentación de un libro, este encuentro ha
sido una calurosa y emotiva celebración, en la que la presentación de Rongorongo fue tan sólo una excusa para
compartir con todos los asistentes el fruto de un trabajo de meses, pero que
contiene una parte importante de mi universo personal desde que en 2003 tuviera
la fortuna de pisar por primera vez aquel trocito de tierra en el medio del
océano: Te Pito o Te Henua. Mauru’uru
korua!
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Panorámica de Bibliocafé de Valencia. |
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Con María Contel |
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Firmando el libro a Amparo Comenge
Foto: Fernando Rincón
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Una tarde inolvidable.
ResponderEliminarDesde luego María, y tú has contribuido en gran medida a que lo fuera. Muchas gracias, amiga!
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