El pasado lunes 17 de setiembre, tuve el inmenso placer
de presentar Rongorongo en la
emblemática Librería
Escarabajal de la ciudad de Cartagena, un marco incomparable, un lugar
con magia, con solera, con 120 años de historia. Su propietaria, Ana Escarabajal, y Manuel Acosta, tuvieron la enorme amabilidad de acogerme cálidamente
en tan exclusivo local. Y para colmo, por circunstancias que parecen haber sido
cuidadosamente tejidas por el destino, tuve el honor de compartir presentación
con el escritor e investigador de la cultura rapanui Arturo Frontier, residente en Isla de Pascua desde hace 50 años y
autor de varios libros sobre su apasionante historia, quien nos brindó sus
conocimientos de primera mano sobre la isla y su cultura. Un personaje
entrañable con quien compartí no sólo la presentación sino todo el fin de semana
en la increíblemente bella ciudad de Cartagena, aprendiendo, aprendiendo mucho,
y junto a alguien que también con toda generosidad me ha ayudado y apoyado
durante mi estadía en Cartagena: Juan
Cayuela. ¡Qué suerte la mía!
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Vista de la Librería Escarabajal en el momento de la presentación. Con Ana Escarabajal y Arturo Frontier |
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Con Arturo Frontier |
Comenzó Ana Escarabajal presentándonos a Arturo y a
mí, comentando algunas cosas sobre nosotros y sobre nuestros trabajos, y
opinando sobre su lectura de Rongorongo, en lo que más tarde profundizaríamos
en una amena conversación. Luego tomó la palabra Arturo quien también habló del
libro (que lo había leído hace un tiempo en la isla), y cuando me tocó el
turno, suelo pasar un pequeño vídeo con un fragmento del himno rapanui, el I’He A Hotu Matu'a, detalle que quizá
para nosotros en España carezca de significado, pero que es relevante para los
habitantes de la isla, para acto seguido pasar una presentación en Power Point.
Nos falló el equipo audiovisual, pero rápidamente improvisamos y explicamos
algunas cosas sobre la escritura rongorongo,
los problemas para conocer su origen, datación,
posibles significados y las investigaciones en curso, entre
todos, lo que marcó la diferencia con anteriores actos. A veces resulta difícil
hablar tanto de las tablillas
rongorongo, para llegar a la
conclusión de que por mucho que disertemos, poco hay para decir en concreto
sobre estos temas de los que tanto se ha especulado. Pero ayer la presencia de
Arturo nos abrió los ojos hacia nuevas perspectivas que tal vez deberían
cambiar radicalmente nuestra visión sobre cómo abordar el asunto. Un verdadero
enigma de improbable solución desde nuestro punto de vista occidental, y que me
llevó a elegirlo como telón de fondo para Rongorongo, pero que quizá algún día
logremos comprender si conseguimos “ver” con otros ojos. Tras
ello, invitamos a los asistentes a formular dudas y preguntas, lo que resultó en
un divertido e interesante diálogo sobre el libro y las tablillas rongorongo y
la cultura rapanui en general.
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Con Ana Escarabajal y Arturo Frontier. En la mesa: moai de madera y kohau rongorongo de mako'i |
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Con Ana Escarabajal y Arturo Frontier. Primer plano: kohau rongorongo y Rongorongo |
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Con Arturo Frontier |
Como podréis adivinar, resultó una especialísima
velada, en la que todos los factores (el espacio físico, su contenido, los
anfitriones y compañeros de presentación) se conjugaron para hacer posible que
esta cuarta vez que presento el libro (las dos primeras fueron en Barcelona y
la tercera en Valencia), haya sido particularmente emotiva. Ya lo he dicho
otras veces, cada vez es diferente, y eso hace que no se agote la capacidad de
sorpresa y alegría, aunque todas tienen un común denominador: el compartir. Y
cada vez, en cada lugar, y en cada ciudad, me encuentro con personas a las que
deseaba ver o conocer, y que contribuyen con su interés, con sus preguntas y
sus dudas manifestadas en público, el interés que les despierta Rongorongo y la
cultura rapanui en general. En Cartagena, además de Juan Cayuela y Arturo
Frontier, he tenido el enorme placer de conocer a tres personas con las que
tenía contacto sólo por internet: Ana Escarabajal, Manuel Acosta, Ana León y Quiteria Méndez. Terminamos,
por supuesto, con la acostumbrada firma y dedicatoria de ejemplares. En
definitiva, he recibido mucho cariño y apoyo ayer, de amigos
que con su inestimable colaboración, o simplemente con su presencia,
consiguieron una vez más que el mero acto de presentación de un humilde libro,
se transforme en un encuentro entrañable y lugar de tertulia y discusión entre
todos los presentes. Una emotiva celebración, en la que pude compartir el fruto
de un trabajo de meses, que contiene una parte importante de mi universo
personal desde que en 2003 tuviera la fortuna de pisar por primera vez aquel
trocito de tierra en el medio del océano: Te
Pito o Te Henua. Mauru’uru korua!
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Ana Escarabajal, Manuel Acosta y Arturo Frontier |
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Firmando un libro a Quiteria Méndez |
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Anuncio de la presentación de Rongorongo en el escaparate de la Librería Escarabajal |
Un lugar especial para una presentación especial. Seguramente los restos históricos-culturales de los Tartesios cartagineses, romanos y musulmanes ayudaron a ello.
ResponderEliminarSin duda Miguel, es una ciudad con una carga histórica muy fuerte.
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